Hablamos con el debutante David Färdmar, que en su primera película aborda desde dentro el final de una pareja gay… o no gay.
Dos chicos en una cama deshecha, pero no tanto como sus corazones. La mirada perdida, la tensión antes de la tormenta de reproches. Así se iniciaFärdmar, hombre orquesta que lo mismo ha sido director de casting que vendedor de discos, ha hecho de las dificultades de un rodaje virtud para entregar una conmovedora historia del duelo y el vacío entre dos personas que se amaron… y que ya no lo hacen .Todo empieza en 2015, cuando encadené dos rupturas traumáticas.
A mí me encanta el momento en el que la pareja, una vez rota, coincide por casualidad haciéndose la prueba del sida… Me alegra que me digas eso, porque hay gente que ha cuestionado su verosimilitud… ¡y es algo que me pasó a mí! En cuanto lo hizo, mientras bajaba en el ascensor, pensaba en lo cinematográfico que algo así era.
Evidentemente, tenemos que hablar del momento en el que suena la música de unos clásicos como Ace of Base… Trabajé en una tienda de discos y solía venderles elepés. Pertenecemos al mismo ambiente y tenemos amigos comunes. Aun así, era costosísimo introducir sus temas más populares. Quería que sonaraY creo que queda mejor. Hablando de música, también incluyo un tema de otro grupo de mi ciudad como Stakka-Bo.