El corazón de un bebé de poco más de tres kilos dejó de latir y, en ese momento, sus padres dijeron sí a que su pérdida fuese la oportunidad de vivir de otra bebé. Donaron el corazón de su hijo a Naiara. Aquella operación sentó un hito en la ciencia
En un hospital a muchos kilómetros de Madrid, hace unas semanas, trabajaba contra reloj un equipo de Cardiología del Gregorio Marañón. El corazón de un bebé de poco más de tres kilos había dejado de latir y, en ese momento, sus padres dijeron sí a que su pérdida fuese la oportunidad de vivir de otra bebé.
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