El expresidente del Barça se acoge a su derecho a no declarar en el primero de sus dos juicios de este curso y su defensa vincula el caso con el comisario Villarejo
que aguarda el expresidente del F.C. Barcelona Sandro Rosell este curso. El empresario se ha sentado en el banquillo de los acusados, desde donde ha escuchado cómo la Fiscalía y la Abogacía del Estado mantenían los dos años y nueve meses de cárcel que le piden por no pagar 230.000 euros en IRPF en 2012. Rosell se ha acogido a su derecho a no declarar, pero su defensa ha asegurado que es víctima de una “persecución” por haber sido mandatario azulgrana.
Rosell tan solo se ha remitido a la declaración que prestó hace cuatro años en la instrucción del caso, cuando negó que tuviera voluntad de defraudar a Hacienda. Distinto criterio han mostrado los técnicos de la Agencia Tributaria que han comparecido en la vista, quienes han secundado las tesis de la Fiscalía y la Abogacía del Estado. Ambas acusaciones piden 2 años y nueve meses de cárcel para Rosell.
El objetivo, mantiene el fiscal, era obtener unas rentas que luego el expresidente del Barça ocultó en su declaración de IRPF del año 2012 cuando en realidad sí estaban vinculadas a su actividad profesional.
Uno de los empresarios que facturaron a TOC ha explicado que Rosell le dio aviso de una posible operación inmobiliaria, pero que de este asesoramiento no se llegó a formalizar un contrato por escrito con el expresidente del Barça. Para sorpresa del fiscal Pedro Castro, el empresario ha defendido la falta de papeles: “No hubo contrato ni en estas ni en otras operaciones”.