'El colchón que saqué con las giras de Pereza me lo he gastado. Ya agoté ese dinero… en cosas, en vivir. Asumo mi vida y los bandazos que he dado'. Por _CarlosMarcos
anuncia que “debe tres meses de alquiler”, que “malvendió el barco” y que ya solo quedan “los restos del amor”. “Escribo de lo mío, de lo que me pasa. En esa canción hablo de que el colchón que saqué con las giras de Pereza me lo he gastado. Ya agoté ese dinero… en cosas, en vivir.Cuando llegó el confinamiento y no podía tocar fue duro, porque necesito actuar para vivir.
Esta explicación, contada a borbotones con el áspero acento madrileño, retrata a este músico sincero y directo.Lo cuenta sentado en una terraza en Alameda de Osuna, barrio del nordeste de Madrid próximo al aeropuerto de Barajas. Rubén se crio aquí, jugando y aprendiendo a tocar la guitarra en los parques.
antes de afrontar esta reflexión: “La gente se queda con el relato: Leiva toca en pabellones y yo en bares; él es el bueno y yo debo ser una mierda. Pero eso lo dicen los que no me han visto en directo. Pasan cosas muy especiales en mis conciertos. Estamos viviendo unas noches increíbles. Tengo lo que necesito. Cuando saque un disco y no venga a verme nadie es cuando me tendré que preocupar…”.se sigue viendo. Son amigos.