Su poesía, reunida por primera vez en un solo volumen, revela la escritura densa, conceptual y finalmente expresionista de una autora muerta a los 46 años
Los cuatro libros de poemas que publicó en vida recogen un viaje. El que va de cierta abstracción conceptual a un expresionismo urbano y nostálgico. “Dos meus beizos caen palabras desmaiadas / como soños que xerase o movimento [De mis labios caen palabras desmayadas / como sueños que generara el movimiento]”, escribe. Murió de una meningitis en 2004 en A Coruña, donde había nacido. Tenía 46 años.
“Parece mentira o vento / o santo Sampedro que se levanta do mar / acaneando sobre a gadoupa cravada nas Illas / e vén vendarnos o Pé encetado pola Rata [Parece mentira el viento / el santo Sampedro que se levanta del mar / columpiándose sobre la zarpa clavada en las Islas / y viene a vendarnos el Pie empezado por la Rata]”, dice en, el libro que anunciaba un giro en su obra, celebraba la Cidade Alta –A Coruña– con poemas de aliento amplio y visionario y que salió a las...
El mutismo editorial no impidió, sin embargo, la huella de su obra, considera el también crítico Armando Requeixo. Él la percibe en “poéticas conceptuales, trascendentes o ontolóxicas” de la poesía gallega actual. Villalta era explícita respecto a incorporar “pensamiento denso” en el poema: cita a Adorno, Nietzsche, Hegel, Sartre o Lukács. También la forma se metamorfosea. Sise extiende en versículo libre.