El historiador Julián Chaves realiza en su nueva obra una radiografía actualizada de la organización y las acciones de la guerrilla antifranquista de posguerra.
A partir de ese momento, el maquis alcanzó un marcado cariz político. Se establecieron las Agrupaciones guerrilleras en las distintas estribaciones montañosas peninsulares —la pionera había sido la, constituida en abril de 1942 en los montes de Ferradillo, un pueblo cercano a Ponferrada, por un grupo de veinticuatro huidos—.
Los otros impedimentos a los que tuvo que hacer frente fueron el desarrollo de la situación internacional —el estallido de la Guerra Fría favoreció al régimen y favoreció la política intimidatoria— y al perfeccionamiento de las estrategias policiales del franquismo.