Este año se han quemado 230.000 hectáreas de superficie forestal. Las uvas que han crecido cerca de las llamas podrían contar esta tragedia
Ha sido un año terrible, con 230.000 hectáreas forestales quemadas en España hasta mediados de agosto , importantes daños materiales y tres fallecidos. En muchas de las regiones azotadas por los incendios se cultiva la viña: la sierra de la Culebra en Zamora, la zona central de Navarra, Cebreros en Ávila, la comarca gallega de Valdeorras… Se queman los montes, los matorrales, pero las cepas permanecen prácticamente intactas.
Pero para los productores de vino los problemas con el fuego no acaban ahí porque falta por ver hasta qué punto el humo puede transmitir su olor al vino. Los efectos variarán dependiendo de la fase en la que se encuentre la viña , de la intensidad y cercanía del incendio, y del tiempo de contacto.
En el caso del humo, la uva lo absorbe a través de la piel y lo integra en la pulpa a la vez que, como mecanismo de defensa, une una molécula de su azúcar al elemento invasor.