La escritora captura un reguero de escenas inolvidables que, sobre todo, violentan las expectativas políticas o morales de quienes leen
” , aunque desde un lugar casi-otro que los anteriores, o quizás desde un ángulo ligeramente distinto. He aquíy que el tono lacónico anuncie fuego, aunque las unas y el otro acaben por revelarse como sucesivas formas de la misma cotidianidad miserable, secreta, impronunciable.He aquí los huecos y vacíos, la observación seca de situaciones ambivalentes, los diálogos fatales; todo lo que convierte a Mesa en.
, la cámara desplazándose morosa por un lugar que captura la gravedad del tiempo expectante. ‘La casa’ es, o tal vez posterior . Treinta líneas para acceder a la gran institución fantasmagórica: una familia.