Se cumplen 50 años de la muestra de diseño italiano radical que anticipó los debates del siglo XXI
las vitrinas recordaban a acuarios o jaulas de un zoológico. No era una imagen descabellada: tras los cristales, aquellos muebles y objetos exhibían su rareza como si acabasen de aterrizar desde el espacio exterior, una obsesión muy recurrente en unos años marcados por la carrera espacial, las misiones Apollo, el cine intergaláctico y la ficción distópica. Sin embargo, aquellos entes no habían llegado de otro planeta, sino de Italia.
En el MoMA, Ambasz trataba de aportar soluciones imaginativas para un mundo imprevisible y contaminado, más obsesionado con las cabinas deque con las residencias convencionales. La arquitecta Gae Aulenti ideó con la colaboración de la firma especializada en plástico Kartell módulos habitacionales en forma de pirámide truncada que el usuario podía personalizar para crear distintos tipos de estancias.