Las revoluciones marcaron la diferencia en el primer round continental, tras la tempranera Supercopa, de los clásicos como promesa de lo que está por venir. El colmillo, la...
. No hubo ni resquicio para los habituales milagros blancos , no hubo espacio para que sus torres tuvieran el control, para que su defensa resultara efectiva. Una de las imágenes de la impotencia fueEl buen amanecer blanco fue apenas un espejismo, porque pronto el Barça se hizo con las riendas, especialmente por el desenfreno de Niko Mirotic.
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