Las ayudas públicas desplegadas en todo el mundo después de la crisis sanitaria no llegan a los trabajadores informales, la mayoría mujeres
que representa el 60% de todo el empleo mundial, unos 2.000 millones de trabajadores y el 90% del empleo en los países en desarrollo, de acuerdo con las estimaciones de la OIT. A la luz de esos datos, los esfuerzos públicos desplegados durante la pandemia se han repartido de manera tremendamente desigual.
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