El próximo 9 de noviembre, día de la reunión de los ministros de economía de la UE, es la fecha clave
Francia e Italia están adelantándose. Los borradores de sus presupuestos parecen lo suficientemente saludables como para cumplir con unas reglas fiscales que todavía no se han pactado en la Unión Europea. No obstante, aunque algo saludables, seguirían saltándose las antiguas normas que regían en el club de los veintisiete, ya que estas son aún más severas. Esto supone un gran riesgo para Roma.
Por ejemplo, si el ratio de deuda es del 80% sobre el PIB, entonces la deuda sobre el PIB debería bajar ese año el 1%, ya que ese es el 5% de los 20 puntos que pasan de 60. Para ilustrar lo que ese ratio significaría en la práctica, cumplir ese objetivo requeriría que Grecia pagara deuda en 2024 equivalente al 5,4% del PIB. Para Italia, sería el 4,2%. Para España, el 2,56%. En otros países los ajustes también serían dolorosos.