Nadie conoce su nombre, el motivo por el que lo condenaron o por qué, tras su martirio, gozó de una sepultura formal. El esqueleto 4926, hallado junto...
Todas estas circunstancias, junto al posterior análisis del cuerpo y el clavo, han llevado a los autores a sugerir que, la única con evidencia científica conocida en las Islas Británicas y en el norte de Europa, la cuarta en todo el mundo y la mejor conservada.
, y por eso no aparecen en los cadáveres. A diferencia de la creencia propiciada por la imaginería cristiana, los pies del condenado no se colocaban en la parte delantera del madero vertical de la cruz, sino en los costados, donde se afianzaban con la chaveta. durante las horas o días que transcurrían hasta la muerte, que normalmente se producía por asfixia, debido al agotamiento de los músculos del torso, combinado con la pérdida de sangre y la deshidratación", señalan los investigadores.: un esqueleto de un enterramiento en Giv‘at ha-Mivtar, en el norte de Jerusalén, con un talón perforado y un clavo en la misma posición que el de Fenstanton.