Gibraltareños y españoles piden pragmatismo en unas conversaciones marcadas por la cuenta atrás del año electoral a ambos lados de la Verja
El grupo de WhatsApp del trabajo de Alberto Valdivia fue un hervidero la tarde-noche del pasado 14 de diciembre. Hacía ya horas que habían terminado la jornada laboral, pero todos los compañeros estaban conectados, pendientes de la
. Les iba la vida profesional en ello: de los nueve empleados que tiene la consignataria de buques gibraltareña Incargo, cinco son trabajadores españoles transfronterizos. “Seguimos cada novedad del Brexit y esa vez parecía que, por fin, iban a decir algo del tratado de las relaciones de Gibraltar con la UE”, cuenta este contable de Algeciras, de 33 años.
“Puntos por perfilar, escollos por sortear y flecos por pulir”. Eso es lo que Cleverly dijo, ese pasado 14 de diciembre, que resta para alcanzar un acuerdo. Desde entonces, el silencio de las partes es sepulcral, aunque aseguran que la negociación sigue. “Hay conversaciones todo el tiempo”, asegura una fuente cercana al lado inglés de la mesa.
Marlene Hassan-Nahon, diputada en el Parlamento gibraltareño en la oposición y líder del partido de izquierdas Together Gibraltar, este viernes, en el Peñón.