Al fallecido profesor, traductor y escritor le debemos poder leer los discursos de Olof Palme, las memorias de Ingmar Bergman o la poesía de los principales autores nórdicos contemporáneos
ha habido un hombre tenaz, afable y algo zumbón que tenía mucho de artesano pero también un poco de jornalero, aunque él, convencido comunista desde muy joven, siempre se consideró un trabajador, y tuvo el esfuerzo como valor supremo.
A él le debimos poder leer los discursos de Olof Palme , el teatro de Peter Weiss, las memorias de Ingmar Bergman, las novelas de Per Olov Enquist , las revelaciones sobredesclasificadas por Kjell Espmark o, ante todo, la poesía de los principales autores nórdicos de las últimas décadas, como los suecos Harry Martinson, Tomas Tranströmmer, Gunner Ekelöf, o Werner Aspenström los finlandeses Claes Andersson, Marta Tikkannen y Penti Saarikoski, o el...