El autor francés, que triunfa con una serie criminal ambientada en el fascinante París de 1831, reflexiona sobre sus pasiones y armas literarias
Éric Fouassier contrajo el virus de la literatura a muy temprana edad. Lector fanático de Dumas, Verne y Los misterios de París de Eugène Sue, no tardó en probar suerte como escritor: antes de la mayoría de edad ya había enviado su primer manuscrito a tres de las grandes editoriales de Francia.
Esta lucha se ve perfectamente reflejada en toda la serie, acompañada de unas maravillosas localizaciones y mucho sentido del ritmo policiaco. Los misterios de estas novelas están ambientados en un París en plena transformación gracias a una ascendente y poderosa clase burguesa, con nuevos barrios muy distintos a los de la medieval Île de la Cité. “Es la época más novelesca”, defiende, “quería con todas mis fuerzas que París fuera un personaje.