El equipo de Lopetegui aguantó con diez futbolistas durante más de media hora tras la expulsión de Koundé. Dembélé tuvo la mejor ocasión, pero estrelló la pelota en el larguero
después de la absurda expulsión de Jules Koundé. El francés, con los nervios a flor de piel, lanzó la pelota en la cara de Jordi Alba y cambió un partido que aguardaba una gran segunda parte. En la primera, el conjunto azulgrana dominó, movió al rival con acierto, tuvo llegadas de sobra para adelantarse y puso contra las cuerdas al Sevilla.
Hemos resumido esta noticia para que puedas leerla rápidamente. Si estás interesado en la noticia, puedes leer el texto completo aquí. Leer más: