La cinta de 1973 dirigida por Jean Eustache formará parte del catálogo de la plataforma Filmin con una versión restaurada gracias al apoyo financiero de Chanel.
), pero la de Eustache se quedó con el segundo premio en importancia, el Gran Premio Especial del Jurado. Además logró el galardón de la FIPRESCI, la federación internacional de críticos, compartido con otro filme que aquel año también escandalizó por su grosería y nihilismo,.
. Eran obras muy personales, pero también representaban un estado de ánimo global. Tras la resaca del mayo del 68 y el movimiento, muchas personas jóvenes y de mediana edad se sentían defraudadas por el incumplimiento de la promesa de un mundo nuevo que se les había formulado. En los Estados Unidos gobernaba el republicanoCharles de Gaulle.
, no sin antes haber ofrecido un último gesto de humor negro: su nota de suicidio, colocada en la puerta de su habitación, decía: “Llamar con fuerza. Como para despertar a un muerto”.
, que había sido la pareja anterior de Eustache y lo había abandonado tiempo atrás: su personaje también figuraba en el guion, representado por una tercera actriz,, bajo el proustiano nombre de Gilberte. La vida real aparecía así inextricablemente trenzada con la ficción. Una lectura simplista de la historia concluiría que la mamá y la puta del título eran Marie y Veronika, representantes de los dos grandes arquetipos femeninos esgrimidos desde hace siglos por el patriarcado, pero eso dejaría de lado la ironía que sin duda encerraba tal denominación.