Condenada una residencia por la muerte de una usuaria por deshidratación: “Los trabajadores no daban abasto” Escribe gallaup
Lucía C. falleció a los 77 años. Tras un proceso largo y complicado en su familia, ingresó en la residencia de mayores de su pueblo. El alzheimer que tenía diagnosticado desde hacía seis años había provocado que esta mujer fuese perdiendo su independencia. “Se tomó la decisión con mucha pena, pero había que tomarla. En casa era muy complicado”, recuerda Javier A.
Javier asegura que él y su hermano fueron los que dieron la voz de alarma en el centro de mayores cuando acudieron a visitar a su madre. “Vi que pasaba algo. Le cogí el pulso y casi no tenía. Lo dijimos en la residencia. En principio no nos dijeron nada y, casualidad, esa misma noche ingresó en [el hospital de] Pamplona”, recuerda cinco años después.
“Por protocolo”, apuntan las mismas fuentes, la dirección de las residencias que gestiona Amavir “se ponen en contacto” con las familias de usuarios fallecidos para darles el pésame. Como en este caso no pueden “garantizar que se hiciese así”, el grupo asegura que “pide disculpas” a la familia de Lucía si ese no fue el proceder tras la muerte de esta usuaria. Además, apuntan que se enteraron de la condena por la llamada de elDiario.