Gustavo Petro busca ser el primer presidente de izquierda y progresista de Colombia, pero su nombre genera animadversión entre muchos votantes.
Mucho se ha escrito acerca de cómo Petro y Hernández, cada uno a su manera, rompieron la tradición dey centrismo que en buena parte caracterizó a la política colombiana por décadas. Ambos tienen personalidades fuertes que rompen con los moldes tradicionales, fascinan a sus seguidores y horrorizan a sus opositores.aceptación de las jerarquías
de varios de los partidos políticos, en especial los centristas, que este domingo podrían darle la mayoría en la segunda vuelta.
, la primera fuente de exportaciones del país, y su cuestionamiento de la independencia del banco central.que despiertan recelo en algunos sectores del país. El politólogo Juan Pablo Milanese, investigador de la universidad ICESI, le asegura a BBC Mundo que en muchos casos, la, más allá de un fenómeno de rechazo extraordinario al nombre del candidato, es el reflejo de una posición política normal de grupos como los empresarios "que tienen intereses distintos a los que Petro tiene".Que un candidato genere especial resistencia en partes grandes del electorado no es tan inusual.
"Hay algunos aspectos comunes en el rechazo que produce Petro y el que produce Hernández: están vinculados a laFuente de la imagen,