Annie Ernaux: 'Espero que en diez años la dominación masculina desaparezca completamente'. Entrevistamos a la escritora, maestra de la literatura en primera persona y una de las protagonistas de LaNocheDeLosLibros
, se apoyan en la figura de su madre y su enfermedad de Alzheimer. Y, finalmente,, una novela que resume en una palabra el sentido de su escritura: perderse para alcanzar un lugar más allá de la literatura., publicada en Francia en 1974, es su obra fundadora. A partir de ahí veremos surgir lo que será la literatura personal de Ernaux, su voz particular.
. Es una pregunta que solo puedo contestar de manera incierta. Yo soy hija única y nací en una familia que acababa de perder a una niña. Por tanto, fui una hija muy deseada y cuidada. Además, tenía facilidad para los estudios y mis padres decidieron que fuera a la escuela privada para ser, como decían, “más que ellos”, conscientes de la enorme dificultad que tuvieron para abrir esa pequeña tienda-café que regentaban.
Pero en mi caso se añadió mi dedicación a la lectura. Al ser hija única me pasaba el día leyendo y así aprendí a vivir en un mundo imaginario a pesar de que yo luego fui incapaz de escribir desde la imaginación, pero eso es otra cuestión.. En esta novela se siente en las palabras y en el tono una violencia y un enfado fuerte que luego desaparece en sus obras posteriores.. Es cierto. De hecho, fue lo que más me costó a la hora de escribir.
y eso, hoy en día con la píldora, ha desaparecido. Pero desde un punto de vista cultural, poco, las jerarquías sociales siguen existiendo. Se ve más que nunca en las elecciones generales que vivimos ahora en Francia. Siempre he sido muy comprometida políticamente y ahora más que nunca creo que el sistema es inamovible en Francia y no tiene escapatoria.
son fascinantes los personajes que se concentran en la barra del bar de su padre y que describe con pinceladas existencialistas.. ¡Quién hubiera dicho que, de esos personajes, de ese mundo, de la tienda, del bar, del barrio, nace luego todo lo que he escrito! Eso sí, solo lo pude escribir gracias a los medios que me ofreció el otro mundo, la escuela privada, el aprendizaje, la cultura.