Cincuenta años después de su fallecimiento, Cristina Piña y Patricia Venti publican la emotiva biografía de una de las más emblemáticas y enigmáticas poetas del siglo XX
, además de prologar su libro de poemas,, constatación de la madurez poética de la escritora y muestra del exhaustivo trabajo que Pizarnik iba a realizar en cada una de sus obras posteriores. Durante horas y horas había revisado aquel libro. “Cada poema es corregido cinco, seis veces. Hay que encontrar la palabra exacta, la expresión más adecuada. Huir del verso fácil y reconciliarse con el idioma.
Pizarnik, desde luego, no la tuvo. Precisamente de su etapa en París fue su breve y trágico romance con el poeta colombiano Jorge Gaitán Durán, truncado por el accidente del avión en el que viajaba este, en el que fallecieron además otras 110 personas.
Asidua desde antes de ese primer viaje a París a practicar terapia con el psicoanalista León Ostrov, al que le dedicó su poema—“señor / la jaula se ha vuelto pájaro / y se ha volado / y mi corazón está loco / porque aúlla a la muerte / y sonríe detrás del viento / a mis delirios”—,, aunque ya un año antes había empezado unas sesiones con el doctor Pichon Rivière, “una relación terapéutica absolutamente ambivalente y tan...
“Según cuenta Antonio López Crespo, una noche a Alejandra le pareció que las molestias —de sus vecinos de arriba— eran demasiado intolerables, por lo que subió a golpearles la puerta y, cuando al verla no la dejaron pasar, puso la bota para tratar de vencer su resistencia, pero no pudo entrar. Entonces bajó a buscar una plancha a su departamento y con ella golpeó en tal forma la puerta que le hizo un agujero.